lunes, 31 de agosto de 2020

BUBER Y VÍNCULO

 Alianza terapéutica

La alianza terapéutica es el punto de encuentro entre el paciente y el terapeuta. Es un vínculo único que se establece en la terapia y sobre el que se basa la confianza y el entendimiento necesarios para abordar el proceso de cambio en el que el paciente se halla inmerso. Es más, la alianza terapéutica es tan importante que predice el éxito de la terapia y explica su fracaso. Implica el encuentro de dos universos, de diferentes maneras de ser y ver la vida. Implica el contacto desnudo y transparente con el otro.

Para Bordin (1979) la alianza es una de las claves del cambio y la define como:

- Acuerdo entre paciente y terapeuta respecto a los objetivos de la psicoterapia.

- Acuerdo entre paciente y terapeuta acerca de las tareas propias de la psicoterapia que se esté llevando a cabo.

- Vínculo entre paciente y terapeuta que «probablemente se siente y expresa por medio del aprecio, la confianza y el respeto mutuo, y por la percepción de que existe un compromiso común y una recíproca comprensión de las actividades psicoterapéuticas» (Bordin, 1994)

¿VínculoVolvamos a los inicios y recordemos que todos hemos sido niños. Como han sugerido teóricos como Mahler (1968) y Bowlby (1988), el bebé requiere una sensación de seguridad y apego con su cuidador antes de iniciar la conducta exploratoria necesaria para facilitar su individuación. A la vez, una persona no puede mantener una forma madura de afiliación con los demás hasta que no haya desarrollado una sensación de sí mismo como individuo. Observamos pues una dialéctica entre la necesidad primigenia de afiliación (o vínculo) y la necesidad de individuación que será la estructura para el desarrollo de posteriores afiliaciones maduras.

Para Ferenczi (1933) los niños se traumatizan por los fracasos empáticos de sus progenitores y por prescindir de una parte de sí mismos a fin de relacionarse con los demás. Añadía que, el trauma experimentado por el paciente durante su niñez se daría en el contexto de la relación terapéutica para llevarla a una reelaboración sin llegar al abandono de partes de sí mismo.

En este sentido, para Perls (1973) el principal objetivo terapéutico es la expresión espontánea de la emoción con la tendencia a la auto-actualización y el retorno a un estado natural donde se halla la armonía para con los demás. Entendemos pues que se fomenta la expresión de su individuación genuina para que pueda tener una sensación de afiliación sana y estable con su entorno. Queremos remarcar no confundir la individuación con un proceso de satisfacción de necesidades neuróticas que nos convierte en seres individuales (individualismo), la individuación se trata un proceso psicológico de maduración humana que implica la integración de nosotros para con los demás.

Podemos observar que en el contexto de la relación terapéutica existe una negociación constructiva de las necesidades de agencia frente a las necesidades de afiliación que nos aporta un marco amplio para entender el objetivo del auto-desarrollo. Esta dialéctica nos acompaña en cada contacto humano y a cada uno de nosotros. ¿Desde qué lugar, el terapeuta, puede apoyarse para mantener en equilibrio ambas necesidades de la persona? ¿Qué papel juega el terapeuta para con el otro en dicha negociación?

Vínculo terapéutico

Desde la concepción constructivista postmoderna, se ha generado un cambio cultural importante que desafía las implicaciones terapéuticas. La más significativa implica el desafío al punto de vista tradicional de que el terapeuta pueda tener una visión privilegiada de la realidad. Esto implicaría el surgimiento de un punto de vista más igualitario de la relación terapéutica, un cambio que es extremadamente importante para ayudar a los terapeutas a sortear los impases que se dan en el núcleo de la relación terapéutica y que perpetúa la ceguera del terapeuta, relativa al paciente.

En este sentido, Gadamer (1960) defiende que la propia percepción de la realidad está siempre limitada per las propias preconcepciones y prejuicios, que no funcionan solo como factor limitador, sino como cimientos de toda la experiencia y la prejuización de toda nueva experiencia. Para Gadamer, la tarea del terapéuta en cuanto el vínculo con el paciente consiste, primero en trascender las propias preconcepciones.

Gadamer sugiere formas de superar el solipsismo:

1. Ser consciente de las propias preconcepciones y de cómo estas nos modelan

2. Llevar a examen las preconcepciones mediante el diálogo abierto y genuino

3. Estar honestamente abierto a la propia percepción en respuesta a la realidad

La no superación del solipsismo implica generar una barrera para con el otro ya que no hay capacidad para verlo sin cosificación u objetivación. La cosificación adopta muchas formas, desde la de ver a la persona como ejemplos de clasificaciones diagnósticas (o eneatipos); la de hacer inferencias sobre emociones de la persona que solo son hipótesis y la de cosificar la conducta dada por la persona, en un momento, para mantenerla como verdad en el tiempo, y no entender que puede surgir una nueva conducta dentro de la configuración relacional.

Entonces, en el encuentro terapéutico es importante establecer un vínculo efectivo para fomentar el sentimiento de afiliación necesario para que la persona pueda desarrollar su sana individuación.

Animamos a la lectora y lector que no tenga como objetivo ejercer como terapeuta que continúe leyendo, puesto que la cosificación relacional no solo se refleja e impide el vínculo en psicoterapia, a saber, se manifiesta como obstáculo en todos y cada uno de los vínculos que podamos realizar en la vida cotidiana y que tanto podamos anhelar.


YO y TU



La obra de Martín Buber (1923) Yo y Tú para aportar más luz a lo que referimos como vínculo y cosificación. Para Buber, existe una línea divisoria entre dos forma de percibir y relacionarnos con los demás, a saber, la de YO-TU y la de YO-ELLO

En sus palabras:

“La actitud del ser humano es doble según las palabras básicas YO-TU o YO-ELLO, el YO del ser humano siempre es doble.”

Y continúa:

“YO-TU: solo puede ser dicho con todo el ser

YO-ELLO: nunca puede ser dicho con todo el ser”


Nos viene a decir que en una relación con el otro como TU hay una relación con un sujeto, con un universo, con una vida y con un ser. Por contrario en una relación con el otro como ELLO, este deja de ser sujeto para ser objeto. Tal y como exhibe en sus aforismos:

El ELLO es el reino de los objetos, en el ELLO se cosifica al otro y el YO se relaciona desde un círculo de verbos activos: YO percibo algo, YO me afecto por algo, YO quiero algo... Y ese algo queda convertido en objeto, el ELLO


En la relación del YO-TU, el otro tiene su propio mundo, libertad, decisión, acción y participa de la relación. No es lo mismo decir:


-Yo estoy hablando con Menganita, 

que:

-Menganita y yo estamos manteniendo una conversación.


El verbo “estoy” solo me da lugar a mí, el verbo “estamos” habla de dos que hacen una acción presente. 

Al vivir en el YO-TU, el otro se torna independiente de uno, con su propia agencia que a la vez me influye y con la que construimos una relación, una sinergia activa, los dos.

El TU como ente y agente en él mismo y sobre mí mismo.

Así mismo, “la relación con el TU es inmediata. Entre el YO y el TU no media ningún sistema conceptual, ninguna preciencia y ninguna fantasía; y la memoria misma se transforma, pues desde su aislamiento se precipita en la totalidad. Entre el Yo y el TU no media ninguna finalidad, ningún deseo y ninguna antelación; y el anhelo mismo cambia puesto que pasa del sueño a la manifestación. Toda mediación es un obstáculo. Solo donde toda mediación se ha desmoronado acontece el encuentro" (Buber, 1923)

Observamos pues que entre el YO-TU no hay utilitarismo, ya que el otro no está cosificado ni existe para satisfacer mis necesidades, tan solo estamos juntos. Por otro lado, solo puede entenderse ese ESTAR JUNTOS desde LA PRESENCIA de la ACTUALIDAD. Según Buber, "la actualidad, no la actualidad puntual que sólo designa eventualmente en el pensamiento el término del tiempo transcurrido (...) sino la actualidad real y cumplida, solo se da cuando hay presencia, encuentro, relación. Solo porque el TU se torna presente surge la actualidad. En este sentido el TU se torna sujeto y no objeto, ya que el objeto no es la duración, sino la cesación, el detenerse, el romperse, el anquilosarse, la cortadura, la carencia de relación, la ausencia de presencia. Los seres verdaderos son vividos en la actualidad; los objetos en el pasado"

Así, al hablar de técnicas terapéuticas cabe hablar antes del vínculo terapéutico y aclarar que las técnicas están más cerca del mundo de las cosas, del mundo del ELLOpor lo tanto, quien en el mundo de las cosas se contenta con experimentarlas y usarlas se ha construido un edificio o una superestructura de ideas donde halla refugio y paz frente al vértigo de la futilidad (recordemos que la actualidad se define por el continuo atencional, aquí y ahora). De aquí se deduce la importancia de evitar caer en el uso de técnicas como herramientas de mecánico que arregla una máquina.

Mano con esfera reflectante (1935)
Maurits Cornelius Escher

¿Cómo conseguir humanizar a la otra persona desde nuestro solipsismo egoico?

Las barreras entre el YO y el TU surgen de forma natural, irresistible e inmediata. Así, el TÚ está inclinado a volverse cosa, a ser cosificado por el lenguaje objetivo, entonces hay que volver constantemente a la relación, a subjetivar al otro, hacerlo presente y volverlo TU. Estamos apuntando a la humanización, no tanto desde la empatía natural que nos surge. La humanización del otro implica que, en el contacto, el TU es un sujeto que implica a mi YO, que me penetra, me afecta... Y el YO afecta al TU, sin uso, solo en contacto, solo en relación y solo estando presente.

Queremos destacar también otro hecho importante y quizás más importante que todo lo dicho hasta ahora: el YO también sufre una tendencia a ser auto-cosificado¿Cómo? ¿Qué nos volvemos objetos para con nosotros mismos? Tal como y explica Buber: El YO de la palabra básica YO-TU también es diferente al de la palabra básica YO-ELLO. El YO de la palabra básica YO-ELLO aparece como ser INDIVIDUAL, y llega a hacerse consciente como sujeto-experimentador-usador. El YO de la palabra básica YO-TU aparece como persona y llega a hacerse persona consciente como subjetividad-sin genitivo dependiente. Buber nos viene a decir que el ser individual se sitúa frente al otro, percibido éste como ser individual. La relación, el contacto se pierde en esta amalgama desconectada de seres individual y separados. Y continúa “la persona aparece cuando entra en contacto con otras personas (...) La finalidad de la relación es su propia esencia, es decir, el roce con el TU. Quién está en la relación participa en una realidad". Toda realidad es un obrar en el que yo participo sin poder apropiármelo. Donde no existe ninguna participación no existe ninguna realidad.

 Y esta es la base del vivencialismo práctico. 

sábado, 29 de agosto de 2020

NEGACIONSIMO Y COVID

Según los expertos, nuestro momento sociohistórico actual se denomina Era de la Información, aunque observando la facilidad de propogación de fake news y al fenómeno de la posverdad, cabría calificar éste momento como Era de la Comunicación, comunicación asincrónica y mundial, comunicación no regida por ningún filtro de veracidad o evaluación. Facebook, Twitter, Instagram, Youtube y demás redes sociales. además de dudosos medios periodísticos con alto posicionamiento y financiación bajo interés ideológico, nos empujan a una lucha contra la vorágine de información que implica una batalla agitadora y agotadora que puede ser imposible ganar. 

Históricamente, las mentes más disidentes y con una posición crítica, han sido el estandarte del "pensamiento libre" y de formular argumentos que cuestionan y dejan al "rey desnudo" ante el discurso oficial. Esta postura cuestionadora tiene la capacidad para imponerse como un David contra Goliad, con todo el honor que ello supone, alzándose en las calles contra la ideología dominante o gobierno de turno. No cabe clarificar que los individuos que han formado hasta la actualidad estás mentes-divergentes-actuantes componen la mayoría de movimientos sociales de izquierdas que han defendido derechos vulnerados por las clases dominentes. Solo hace falta ver todos los movimientos contraculturales que se han dado en los últimos 100 años (movimiento de clase obrera, feminismos, revolución hippie, revolución antirracial, por poner ejemplos). 

Actualmente estamos viviendo un fénomeno propio de la posmodernidad, dónde observamos a los espartanos antisistema manifestándose junto a ideologías etimológicamentes contrapuestas. El negacionismo de la pandemia, que nos azota con casi 25 millones de personas humanas afectadas por un minúsculo virus, parece no convencer a dichos disidentes. Y vemos manifestaciones supuestamente contraculturales con carteles que anuncian "Queremos ver el virus", asumiendo que la clase política gobernante miente, tal y como se lleva sospechando desde hace años. Se asume que las posiciones de poder nos "controlan", lo que significa que "tienen el control" de esta situación mundialmente desbordante que mata a nuestros mayores, nos distancia físicamente de nuestras relaciones sociales y dinamita el sistema socialeconómico asistencial y privado. 

La inferencia arbitraria consiste en una distorsión cognitiva (de la que ni el más culto de los cultos se puede escapar) que implica saltar a conclusiones negativas en ausencia de una evidencia empírica que avale de forma suficiente hechos aislados. "Los medios oficialistas mienten", "El Gobierno nos oculta algo" avala el actual "No se han hecho autopsias" y crea suficientes contraargumentos apoyados por la sensación de que todo esto es un caos y que todo el mundo está improvisando. 

Sumado a esto, parece ser que la naturaleza nos está haciendo una estocada a la herida narcicista antropocéntrica de supervivencia y control.  Un control que nos ha generado sensación de seguridad. Un control que ha domesticado a cada árbol de cada bosque, cada animal de cada especie, cada fruta de cada arbusto, para garanitzarnos la subsistencia humana. Un control que nos daba una sensación de poder y que ahora se nos escapa de las manos. 

¿Cómo es posible que los que gobiernan no tengan el control? ¿Cómo es posible que los científicos (o las figuras del saber) no tengan el control? ¿Cómo es posible que el ser humano no tenga el control? Manifestaciones en las calles piden cuentas a los que "deben" tener el control porque no se puede aceptar esta falta de control y que un minúsculo virus nos supere. De esto se puede deducir, también, nuestra dependencia y falta de emancipación, nuestra necesidad de figuras de autoridad para darnos seguridad. Necesitamos de esa figura Paternal a la que, cómo adolescentes reclamantes, le exigimos que nos solucione el problema y de la que no aceptamos ningún signo de vulnerabilidad. Sería algo así como el Ocaso de los Ídolos parte II.

Por otro lado, cabe apuntalar todo lo que se lleva sosteniendo (dolor, miedo, rabia, incertidumbre, caos...) con las fases del duelo humano. La fase de negación se identifica con negarse a uno mismo y al resto la pérdida. La pérdida de un ser amado, la pérdida de una situación económica, la pérdida de una libertad social, la pérdida de un ideal... El ejemplo de la negación fue alzado por los gobiernos de Bolsonaro y Trump al inicio de la pandemia, dos líderes de corte neoliberal que veían sumamente atacadas sus políticas económicas y que negaban a sus cuidadanos la realidad de la primera ola de la pandemia. La siguiente fase del duelo consiste en entrar en enfado o ira, traduciéndose en un estado de descontento por no poder evitar la pérdida y la búsqueda de responsabilidades o culpables. El ejemplo claro lo vimos en España con la manifestación del barrio "bien" y derechista de Salamanca en la cuidad de Madrid en el mes de mayo (durante el confinamiento), en una manifestación paródicamente ecléctica de la Plaza Colón de Madrid a mediados de agosto (instigada por un instagramer, más añejo que influencer, como Miguel Bosé)  y en la actual manifestación multitudinaria de la capital alemana donde se fusiona un discurso antisistema contra Merkel, Gates y el 5G, y la ultraderecha más radical, oculta y antisemita germana. Es necesario señalar la obviedad que delante de la incertidumbre se genere una profunda sensación de miedo que abona todo tipo de teorías conspiranóicas, tal y como se puede reflejar en el trastorno paranoide de la personalidad, que está sometido a alta dosis de ansiedad con la que no puede lidiar.  

¿Menudo cóctel, no?

Ahora, evitando la mirada del negacionsimo que parece y podría sustentarse sobre formas de la naturaleza psicológica humana bajo las fases de duelo y la desconfianza social a los discursos oficiales, pongamos el foco a un hecho sutil que puede estar alimentando reacciones viscerales y que, quizá un buen lector ha cazado al vuelo. Focalicemos sobre lo importante. En la Era de la Comunicación, dónde existe un hervidero de fakes news, donde la mentira va disfrazada de verdad, donde no se filtra la información con que somos bombardeados, ocurre aquí y ahora el surgimiento de plataformas virtuales de Médicos, abogados, periodistas, naturópatas, terapeutas y profesores de yoga que, bajo su saber empirista y más instruido que el de la media de la población o nicho de mercado, nos generan miles y miles de dudas sobre la realidad que estamos viviendo y sobre la Covid. Recordemos que la duda es la madre del miedo. Divulgadores que usan un discurso típico de la izquierda divergente en apariencia, pero que bajo su piel de cordero viven canales como "Canal 5 Radio o La Voz de España" (con bandera incluida) o Intereconomía, y que canales "oficialistas" de corte ideológico neoliberal y de derechas las conceden minutos de audiencia a dichos líderes negacionistas. Intereses más que sobrados tiene el sistema neoliberal económico para que luchemos "todos" en volver a la "normalidad" y a los derechos sustentados en el capitalismo más rádical, favoreciendo a los de arriba con el trabajo de los de abajo. Intereses más que sobrados tiene la ultraderecha para desestabilizar a la oposición gobernante. Observamos como parte de un movimiento antisistema y radical, que sabe que el poder es del pueblo y que las calles son suyas, está siendo víctima de un Caballo de Troya

La entrada del caballo en Troya,
pintura de 
Giovanni Domenico Tiepolo, 1773.
 Galería Nacional de Londres.


Dentro de la sociología esto es un hecho relevante. 

Y es necesario que seamos conscientes de que SÍ SOMOS VULNERABLES, que la NORMALIDAD que se defiende es, actualmente, AUTOLESIVA y que la sanación del duelo se hace mediante la ACEPTACIÓN

Distancia, manos y mascarilla. Por favor y por la vida.




Templanza y ecuanimidad


Vivimos una experiencia única dentro de nuestra historia personal y global que nos está perturbando estructural, emocional y funcionalmente. La angustia, el miedo, la soledad, los conflictos familiares, la estrechez material, y el doloroso duelo… El principio de realidad nos acecha y no existe escapatoria, ni subliminal ni material. Confinados con nuestro único tesoro interno que implica un mirar al abismo del vacío, una mirada con gran recelo. En momentos donde el suelo cruje y los cimientos de nuestra casa tiemblan, como un funambulista que en cualquier momento se precipita a lo desconocido, se nos exige un pulso de hierro y un equilibrio interior inusitado para posar nuestro pie en el siguiente paso acróbata de nuestra cuerda floja. ¿Cómo reforzar este equilibrio interior delante tanto caos?

Propongo tomar la simbología de la carta de la Templanza, que está muy vinculada a la energía Acuariana, una energía que pasa de lo individual a lo colectivo, donde la heroína empieza a verse a sí misma siendo la parte de un todo. En la imagen vemos como se pasa agua de un cántaro a otro y donde se derrama agua a favor del río humano. Pero quien derrama el agua es un figura celestial y aérea, así pues el Ego humano debe quedar disuelto en este fluir del agua a través del aire. Según Sallie Nichols, “Desde siempre los ángeles han sido mensajeros alados del cielo, significando, psicológicamente con ello, la experiencia interior de una naturaleza luminosa que conecta al hombre con el mundo arquetípico del inconsciente”. E aquí una luz de sabiduría interna que se representa en corazonadas, intuiciones, sueños y que nos sirven de guía en el tránsito oscuro de estas experiencias que nos marcan los giros cruciales de nuestras vidas.



Sonia Pulido Ilustration



Aquí hay que volver de nuevo al río de la humanidad donde las angustias, los miedos, las soledades, los conflictos, las estrecheces y los dolores acaban fluyendo en una mar suprahumana, una agua marina que nos baña y donde nada nos es ajeno. El sentimiento de unidad emerge en este confinamiento. Más que nunca todos somos uno. No hay pared, no hay barrera, ahora no hay límite para que fluya la vivencia real y humana, igual que fluye el agua. No estamos separados y no estamos solos.

Ahora emergen las necesidades genuinas y reales. Los más profundos anhelos y los más profundos amores. Momento de llamar, de comunicar, de expresar, de escribir y de compartir. Momento de comprender y de ejercer la compasión del dolor ajeno, porque NADA ES AJENO.

La mar siempre está acompañada de una brisa marina que eleva la gota salada de lágrimas, de lágrimas posadas en su profundidad y que acaban naciendo en la superficie. El Aire Acuariano bufa, mueve y oxigena toda nuestra humanidad. Lo humano flota en el aire, se mueve, se aligera... se transmuta en humildad dado lo efímero de su paso. El aire aligera la humanidad y la profundidad marina. La clave es la elevación y con ello el tomar visión y perspectiva. La mar vista desde el cielo alude a una profunda sensación de serenidad y equilibrio de los procesos de vida y muerte y vida y muerte y vida y... perpetuo movimiento orgánico. Un movimiento que exige el cambio, la transmutación y la no resistencia o control. El agua no se resiste. El agua no se controla. Y esta consciencia área nos permite un cierto punto de desapego al fluir natural de las cosas.

La templanza es ese equilibrio que nace del ver el fluir de las cosas y de que todo "es". Aceptar lo que “es” y entender que lo que “es” forma parte de un ciclo. Un ciclo con principio y fin. Desde esta altura, como funambulista, entiendo que voy a posar mi pie sobre la cuerda, que me voy a sostener en el aire momentáneamente para volver a poner de nuevo el otro pie, en un contínuum perpetuum.

Como gotita de este océano humano quiero compartir mi más profunda experiencia personal en mi trayectoria de vida. La vida me ha dado reveses que no he podido controlar y que me han hecho sentir una profunda sensación de derrota y sin sentido. Un sentimiento de arrebato injusto, arrebato de mi alegría, mi inocencia y mis personas amadas. Estos sentimientos me han generado un sensación flotante de angustia y sufrimiento que me bloquearon para sentir y acoger lo bello de la realidad. Porque la realidad es dual. Existe el amor y el odio, el placer y el dolor, la abundancia y la carencia, y así perpetuamente...Mi forma de percibir el mundo ha sido anclada en la pérdida. Cuando toqué realmente, sin evitación y sin sublimación, el dolor de esa pérdida, pude comenzar a sacar mi ser a flote. Una vez ahí, en la superficie de la emoción, tomé conciencia que por encima del mar brilla el sol, hay gaviotas y existen las nubes. Y las nubes son hermosas. Y comprendí, con profunda consciencia, la ecuanimidad. La ecuanimidad es un estado de conciencia emocional, mental y física de que existe un punto medio para percibir la realidad. Que nada es blanco o negro. Que siempre hay luz en la oscuridad y oscuridad en la luz. Y que todo se mueve. Que toca sentir lo que está ocurriendo y que se puede mirar desde una vista de gaviota para poder percibir el todo global.

Vivímos la noche oscura del alma humana. Y ahora me resuenan las palabras de mi madre cuando decía "Dios aprieta pero no ahoga"

Siempre hay un soplo de aire, por pequeño que sea. Y ahora toca valorar lo pequeño. Porque dentro de lo pequeño hay algo grande. 

BUBER Y VÍNCULO

 Alianza terapéutica La alianza terapéutica es el punto de encuentro entre el paciente y el terapeuta. Es  un vínculo único que se establece...